La
economía mexicana crecerá 2.6% en 2016 y 3.0% en 2017, de acuerdo con un
informe del Centro de Desarrollo de la Organización para la Cooperación y
Desarrollo Económicos (OCDE), del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) y
la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
El
análisis también prevé que el crecimiento del PIB en América Latina será
negativo en 2016 por segundo año consecutivo, con una caída de entre menos 0.5%
y 1%.
“México,
América Central y el Caribe tienen por delante un panorama más esperanzador por
sus vínculos con la economía de Estados Unidos, lo que confirma la
heterogeneidad que caracteriza a la región, con ritmos de crecimiento esperados
muy diferentes”, explica.
Advierte
el informe que la informalidad —empleados que no pagan contribuciones sociales—
ha subido en México entre los adultos a 57%. Y aunque el número de ninis bajó,
aún es de 22% de la población joven y superior al promedio de 15% de la OCDE.
México
crece más que AL
En
materia de crecimiento, la economía mexicana presenta un panorama favorable, ya
que se prevé que el país y las economías centroamericanas crezcan entre 2.3 y 6
por ciento en 2016, lo que contrasta con la prolongada recesión económica del
conjunto de América Latina.
México,
América Central y el Caribe tienen por delante un panorama más esperanzador por
sus vínculos con la economía de Estados Unidos, lo que confirman la
heterogeneidad que caracteriza a la región, con ritmos de crecimiento esperados
muy diferentes entre países”, afirma un informe del Centro de Desarrollo de la
Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), del Banco de
Desarrollo de América Latina (CAF) y la Comisión Económica para América Latina
y el Caribe (CEPAL).
Precisa
que el crecimiento del PIB en América Latina será negativo en 2016 por segundo
año consecutivo, con una caída de entre menos 0.5 por ciento y uno por ciento.
Las
previsiones económicas apuntan hacia una mejoría del panorama a partir de 2017.
Esto debería ayudar a encaminar a la región nuevamente hacia una senda de
convergencia con los países de la OCDE, aunque para ello es necesario elevar el
crecimiento promedio por encima de tres por ciento anual, así como expandir el
potencial de crecimiento”, refiere.
Destaca
que México tiene un crecimiento potencial de cuatro por ciento.
En el
estudio se recomienda al país, así como el resto de países de América Latina,
establecer un marco de “ajuste fiscal inteligente”, que combinara impuestos,
deuda y reasignación de gastos. Dicho marco debería fortalecer la situación de
las finanzas públicas, así como fomentar la inversión en capital físico y
humano.
En los
casos de Chile y México se espera que el impacto total de la reforma fiscal
sobre la recaudación tenga lugar en los próximos años. Por su parte, los
coeficientes de endeudamiento son sumamente sensibles a los ajustes de los
tipos de cambio”, subraya el estudio presentado en Colombia, durante la XXV
Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno.
Para
México, la OCDE estima un alza del PIB de 2.6% para 2016 y de 3.0% para 2017.
Advierte
que la recesión de América Latina por dos años plantea retos para proteger y
continuar con los avances socioeconómicos recientes, en especial la disminución
de la pobreza, la reducción de la desigualdad y la expansión de la clase media.
Cerca de
siete millones de latinoamericanos cayeron en pobreza en 2015, elevando la
cifra total de pobres a 175 millones de personas, 29 por ciento de la
población. Más aún, entre 25 y 30 millones de latinoamericanos en situación de
vulnerabilidad –uno de cada tres de los que salieron de la pobreza en la última
década– podrían volver a caer en ella si la desaceleración se prolonga y
pierden su empleo, si enferman o retiran”.
Precisa
que la informalidad –definida como el total de personas empleadas que no pagan
contribuciones sociales– ha subido en México durante la última década entre los
adultos a 57 por ciento, lo que aún supera el promedio de ALC de 38 por ciento.
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